Riesgos en poner vuelos compartidos en la tarjeta con seguro de cancelación de viaje
El seguro de cancelación de viaje, uno de los seguros a los que la gente menos atención le presta. Este a menudo viene acompañado por el de interrupción de viaje en caso de ser complementario con la tarjeta de crédito. Pero los límites hay que tenerlos en cuenta.
Nos estamos yendo hacia el lugar en donde los incendios, Sydney, y tenemos claro que los incendios forestales no están cubiertos de por sí. Lo que sí estaría sería el efecto del viento sobre la ciudad, trayendo un problema de humo que aumentaría la toxicidad del aire. Hasta el momento, eso fue confirmado a medias por el emisor y su seguro.
El problema surgió cuando nos dimos cuenta que en la tarjeta que nos cubriría a nosotros como pareja, teníamos también a otra gente que no estaba categorizada como familia. Es decir, nos olvidamos de una parte fundamental de la cobertura, la cual podría haber sido cubierta de otra manera por parte de nuestros acompañantes, pero quedó a la deriva y pasó de largo.
Lo cual nos trae a una cuestión bastante particular, si viajamos tan solo con el grupo familiar, el seguro de cancelación de viaje no tendría mayores inconvenientes en los vuelos ya que las partes quedan cubiertas en una amplia gama de protecciones. Usualmente, el grupo familiar está nombrado en los seguros como parte de la cobertura. Esto incluye a parejas informales o autorizadas bajo convivencia.
Algo que no está incluído es pasajeros acompañantes, amigos, esposas de amigos, y otras personas que estén en la reserva.
Esta parte de las cláusulas nos traen a la realidad de que es mejor obtener los vuelos para tan solo nuestro núcleo familiar y dejar que el resto se encargue del suyo. No por malicia, sino que ante la posibilidad de que sus compañeros de viaje tengan la posibilidad de estar cubiertos con su tarjeta de crédito, el beneficio aplique a ellos.
Para ponerlo en palabras simples, si cuatro personas viajan, dos parejas, la cobertura cubrirá a la pareja que posee la tarjeta de crédito con las protecciones, dejando de lado la protección para la segunda. Lo interesante, es que esto puede solucionarse tan sólo con contratar un seguro de terceros.
Dicha situación puede poner en jaque el viaje para ambos lados, imaginemos que una de las partes quisiera abandonar el viaje, lo cual podría sucederles a ustedes (en nuestro caso no sucedió). Si ustedes desearían tomar control del asunto y solicitar la cancelación basados en un evento cubierto, estarían dejando sin viaje, protección y reembolso a sus compañeros de viaje.
A lo que me refiero es a lo siguiente, si quedan en una situación similar a la que tuvimos, lo que podrían causar es un problema ¿irreparable? entre las partes, ya que uno sacaría con su tarjeta de crédito los pasajes, lo cual en caso de poseer el beneficio quedaría cubierto ante cancelación/interrupción del vuelo o el viaje, pero dejaría en la intemperie al resto del grupo. Los cuales a menos que obtengan un seguro adicional, pueden quedarse sin viaje ante un problema.
Si el titular debe cancelar el vuelo, como es requerimiento, para hacer uso del beneficio del seguro de cancelación de viaje, este cancelaría la reserva total, lo cual incluiría al resto de los viajeros. El titular sería reembolsado por su seguro, mientras que los acompañantes quedarían sin recurso y con una pérdida de dinero.
En nuestra experiencia, tendremos mucho material para ofrecerles, ya que Sebastián colabora activamente en Puntos Globales, y bueno, a nosotros Steph y Gastón, nos conocen ya que nos ven seguido a través de la web. Sin embargo, lo importante fue que ante una situación de descuido, casi dejamos una parte sin proteger, ya que el resto estaba protegido por su seguro.
Lo que no faltó fue el seguro médico de viajero, lo obtuvimos nuevamente con Seven Corners, y nos costó tan solo USD 29 por 500.000 de cobertura y $0 de deducible o copago para ambas personas. No tenemos comisión ni enlace con ellos, pero es nuestro seguro en cada viaje, siempre. Ingresen en su web para comparar la cotización respecto de lo que otros les hayan ofrecido.
Al final de cuentas, todos aprendemos de nuestros errores. En este caso, el problema terminó siendo una bala que pasó cerca por descuidar la organización. Lo positivo del asunto es que pudimos compartir nuestra historia y experiencia con ustedes.