Repaso de La Concha Renaissance Resort Puerto Rico
Pasamos por La Concha Renaissance Resort en Puerto Rico y nos fuimos con una grata sorpresa tras habernos alojado en el Courtyard Resort de Isla Verde en las mismas vacaciones. Este Renaissance está ubicado en Condado, una de las áreas mas vibrantes de San Juan y la combinación de ambos es una amalgama perfecta.
Desde el ingreso, pasando por los amenities y aunque parezca mentira, la diferencia en la calidad y extensión del servicio ofrecido a pesar del COVID hicieron de nuestra estadía, un momento especial. Cabe aclarar que una de mis quejas respecto del Courtyard Resort de Puerto Rico estaba dirigida al menú super acotado y la calidad del mismo: comida fría, mal cocida o bien con apariencia de haber sido recalentada. Al ubicarse en una zona poco transitable a pie, las opciones fuera del hotel estaban un tanto limitadas.
Si hay algo que pudimos confirmar al visitar La Concha Renaissance es que si los dueños de la propiedad lo desean, el servicio está disponible con o sin COVID, ya que es de público conocimiento que hay dificultades para recontratar gente, pero cuando están cobrando $600 por un hotel de menor categoría que el Renaissance y te ofrecen un servicio de una propiedad de $150, el problema es visible.
Al ver el lado positivo, el Renaissance arregló lo que el Courtyard Resort no pudo.
La Concha Renaissance por dentro y por fuera
Los Renaissance se caracterizan por ser una marca amigable y que ofrece amenities orientadas a la necesidad de una estadía divertida y elevada. Generalmente no son un Ritz Carlton o un JW Marriott pero encuentran un amigable balance entre un hotel de alta categoría y un servicio menos solemne.
En este caso, La Concha está en la categoría 6 en la escala de 8 del programa Marriott Bonvoy y lo pone a tiro de los voucher de noches gratuitas anuales que se pueden recibir con las tarjetas de crédito de Marriott y American Express y/o Chase. No hablo de los voucher de 35.000 puntos, sino los que vienen acompañados de las tarjetas premium American Express Bonvoy Brilliant y Chase Ritz Carlton (solo disponible tras un cambio de producto).
Una nota interesante que va atada a mi comentario de mas arriba es que mientras que el Courtyard Resort de Isla Verde estaba cobrando hasta $600 por la estadía, aunque entre 35.000 y 40.000 por noche en puntos, La Concha Renaissance tenía una tarifa casi plana que comenzaba en los $399 para la habitación estándar, y claro, 50.000 o 60.000 puntos de acuerdo al momento de la semana ya que es temporada alta.
El lobby ya es una fiesta
Tan solo con ingresar al resort uno puede encontrar un cambio de atmósfera con un espacio impecable rodeado de mármol, la recepción, ventanales enormes llenos de verde junto a múltiples cascadas y piscinas de decoración… pero también un enorme área de con un bar central y diferentes espacios que de día pueden tener poca razón de ser, pero a la noche se enciende con huéspedes y curiosos por igual.
En el mismo área también se encuentra un puestito de desayuno con un parecido a una estación central de trenes, un detalle extraño pero funcional. Lo cierto es que este espacio está habilitado para quienes tienen élite Platinum o superior ya que obtienen el desayuno sin cargo para hasta dos personas en esta propiedad. También se puede elegir obtener un desayuno en el área principal destinada al mismo. Esta fue una gran diferencia respecto al Courtyard, en este uno obtenía $10 por persona, por día, en créditos de consumos de bebidas y comida.
Tres piscinas, un gimnasio y un mar con oleaje
El Renaissance Puerto Rico NO es precisamente un hotel familiar. Sí, había familias con niños pero no es precisamente el lugar ideal para esto ya que la vibra y el público que uno ve tiende mas a la fiesta día y noche que a unas vacaciones relajadas con niños corriendo y chapoteando, sin embargo, queda claro que los días sandwich del medio de la semana respiran un ambiente mucho mas familiar.
La primera piscina está justo al lado del lobby y cuenta con espacio con cascada, algunos jacuzzi ubicados estratégicamente entre el verde y un restaurante que saca la comida fresca y de manera rápida. Por encima de la cascada uno encuentra una segunda parte de la misma piscina que tiende a ser más para adultos, pero para lo cual no existen restricciones.
Entre la piscina principal y la playa se encuentra un gimnasio muy bien equipado, con personal dedicado durante el día y que se llena a toda hora.
La segunda piscina es una suerte de piscina infinita con vista al mar, pegada a la arena y con un bar para quienes no desean caminar ni un paso.
El oleaje es mucho mayor a la zona de Isla Verde y para mi sorpresa había mucha gente que necesitaba un recordatorio respecto de la necesidad de no disfrutar del mar a dos metros de las piedras y la escollera. Día tras día fuimos testigos de grupos de individuos que estaban a una ola de romperse la cabeza contra las piedras hasta que algún miembro del staff del hotel les recordó que debían moverse.
Por último y al otro lado de la propiedad se encuentra una zona exclusiva para adultos con una piscina infinita pegada a la playa y con resto-bar propio. El personal de esta zona del hotel con la que tuvimos contacto ciertamente puso el servicio primero y se lo agradecemos.
No hay forma de no encontrar espacio para relajarse en esta propiedad: tres piscinas y una playa con un oleaje perfecto, servicio al cliente superior y atención hasta el detalle. ¿El menú? Extenso y acorde a cada espacio que por supuesto superaron a la estadía previa del Courtyard Resort.
Una suite, ¡por favor!
Obtuvimos una suite y preferimos esto a la vista al mar. Existen dos torres, una es para suites y la otra tiene habitaciones un poco mas estándar pero espacios de vista al mar. La comodidad de alojarse en una suite es notable al contar con cocina, living y espacio personal en caso de viajar con familia extendida.
Moderna, eficiente, privada como para segregar el grupo en dos dentro del mismo apartamento/suite o bien para quien requiere trabajar mientras otra persona está durmiendo. El que busca ahorrar en consumos tranquilamente puede llenar la heladera con snacks y bebidas y llevarlas a la playa o piscina, y si uno desea cocinar, la suite de La Concha Renaissance viene con todo lo necesario como para hacerlo sin ponerse colorado.
Si uno no desea cocinar, existen múltiples restaurantes con diferente ambientación.
Los restaurantes
Marena es el bar-resto de la zona exclusiva para adultos, un lugar quieto, con piscina infinita como para pasar todo el día en modo relajación. Cuestiones simples como una hamburguesa con papas de trufas, o también un pedazo de entraña con chimichurri, nada extravagante, pero bien hecho.
Serafina está ubicado por fuera de la propiedad y solicita que nadie vaya en traje de baño. No es requerido ir formal, pero tiene un criterio de vestimenta que es requerido y el restaurante lo hace efectivo. Acá encontrarán pizzas napolitanas (muy buenas) y un menú de tipo restaurante italiano.
Sereno es el bar-resto que está junto a la piscina de la playa y junto al gimnasio. Este también posee un menú orientado a la gente que desea pasar el día en este área y no estarán sentados en una mesa formal sino mas bien bastante playera. El menú es idéntico al de Marena.
The Loft es el espacio abierto durante el horario de desayuno y ofrece menú a la carta o al estilo buffet con mimosas ilimitadas en caso de querer hacer brunch al estilo norteamericano.
Solera es el restaurante que se encuentra en la piscina principal y terrazas que a pesar de estar ubicado en una zona en donde uno esperaría un menú liviano, se puede encontrar un menú extenso que incluye lo de Marena y Sereno, y adiciona tapas y otros platos locales e internacionales.
Claramente NO faltan opciones, y al estar en Condado… las opciones se multiplican por fuera de la propiedad.
El área de Condado alrededor de La Concha
El área complementa al hotel, o el hotel complementa al área. Uno puede caminar de día y de noche sin problemas y encontrará incontable cantidad de opciones para comer, beber algo o simplemente disfrutar del paseo en una zona vibrante y divertida. Por las noches es posible encontrar algo de ruido por parte de automóviles y motocicletas que desean que todos escuchemos su música o el ruido de sus motores, pero esto era de esperarse (ya conocía el área).
A menos de 3 cuadras de la propiedad uno posee cadenas de farmacias para hacer compras, y en un radio de cinco cuadras uno tiene opciones de gastronomía local e internacional para disfrutar.
Conclusiones sobre La Concha Renaissance Puerto Rico
Volvería a alojarme una y otra vez ya que la propiedad cuenta con todo lo necesario para unas excelentes vacaciones de playa: una propiedad lo suficientemente variada y amplia como para permitirle a uno encontrar SU lugar, un área que complementa lo que La Concha ofrece dentro, y un balance entre precio/puntos que está en sincronía con sus servicios y un staff alineado con la idea de ofrecer valor agregado al huésped.