Por qué faltan tarjetas de crédito hoteleras en Latinoamérica

Cuando vean los mapas entenderán el porqué de la falta de tarjetas de crédito hoteleras en la región latinoamericana del continente, la obscena disparidad de propiedades disponibles en uno y otro lado del mapa. Los mapas están disponibles de manera interactiva en el sitio travelisfree que hizo un gran trabajo al hacerlo público.

Empecemos entonces por lo obvio, los mapas:

Hilton Honors, mapa completo
El mapa completo de las propiedades de Hilton Honors
Los hoteles de Hyatt en el globo
Mapa total de las propiedades de Hyatt
todas las propiedades IHG en el mundo
Todos los lugares disponibles con IHG
propiedades Radisson rewards en el mundo
Radisson Rewards y su mapa completo
propiedades marriott
La lista de regiones y la cantidad de propiedades en cada lugar provisto por Marriott.com

¿Hace falta aclarar el porque de que existan tantas tarjetas de crédito hoteleras en Estados Unidos, Canada y en algún punto, Europa? La disparidad de propiedades entre el norte y el sur del continente, el ámbito que nos compete, es imponente. El caso de Marriott lo pone en números simplificados y fáciles de comparar: Estados Unidos tiene 5.452 propiedades de las marcas afiliadas a Marriott, Canadá 259 y apenas juntando Centroamérica, el Caribe, México y Sudamérica superan a las propiedades de Canadá.

No importa si hablamos de Wyndham, Hyatt, Hilton, Radisson o Choice. La disparidad es continua. Tiene que ver claramente con el lugar de origen de las cadenas, sí. Existe una extensa estructura de turismo interno y de visitantes extranjeros que amerita dicha cantidad. El nivel poblacional tiene algo que ver, parcialmente, pero sobre todo hay una industria hotelera que rodea a todos los viajes de negocios, viajes escolares, universitarios y de capacitación que mueven la economía de a migajas. Otro aspecto poco conocido es el hecho de tener hoteles pegados a los centros hospitalarios regionales que proveen alojamiento a las familias que no tienen un hospital complejo en su pueblo o pequeña ciudad.

Si alguna vez manejaron por Estados Unidos o Canadá habrán notado los cluster de hoteles y restaurantes de fast food en las rutas, en las entradas a los pueblos, ciudades y cercanos a lugares turísticos. Dentro de las metrópolis es fácil encontrar múltiples opciones de las diferentes cadenas que apuntan a los bolsillos inflados o flacos del tipo de cliente que encaran.

Lo cierto es que a pesar de todo esto, Latinoamérica necesita más tarjetas de crédito hoteleras. En principio es probable que no sean tan atractivas como las de las aerolíneas, pero incluso la única tarjeta disponible, Fiesta Rewards del Santander México tuvo un pasado mejor, y aún no debería ser descartada por completo. Al menos sirve como testigo de que sí puede haber una tarjeta de crédito hotelera.

El alojamiento muchas veces termina siendo el último pensamiento del viaje, no es mi caso. Sin embargo el lugar en donde nos alojaremos no solo nos provee acceso fácil o no hacia nuestros puntos de interés, sino que además nos ofrece comfort, tranquilidad y hasta amenities que pueden mejorar nuestra estadía.

Las millas tienen la posibilidad de ponernos en un asiento duro como una piedra o confortable como nuestra propia cama. En algunos casos el alcance aspiracional es tal que es difícil pensar en no acumular, pero lo mismo sucede con los hoteles, y más. A diferencia de las millas, los hoteles tienen múltiples categorías, hasta 8 o 9. Esto amplía la capacidad de utilización de los puntos hoteleros para individuos o grupos que no tienen capacidad de acumulación alta.

Los puntos hoteleros tienen la particularidad de ser transferibles sin costo, en algunos casos (Marriott, Hilton, por ej). La posibilidad de moverlo entre grupos familiares permite hacer un pool que puede alcanzarnos para una noche adicional. Es decir, mientras que 30.000 millas en una cuenta y 10.000 en otra pueden determinar que uno viaja con millas y el otro paga el ticket o compra las faltantes, con algunos programas hoteleros, simplemente el grupo de viaje puede transferirlo a una cuenta y hacer todas las reservas.

¿Existe el uso de puntos hoteleros de manera aspiracional? Claro que sí. De la misma manera que viajar en primer clase con Emirates o incluso un Qsuite de Qatar siempre está en la lista de esperanzas y con millas puede quedar al alcance, obtener un bungalow por arriba del agua en Fiji, Maldivas, Polinesia, o incluso un hotel selvático con terrazas de piscina infinita y vista a la naturaleza puede ser posible a una fracción del costo con puntos hoteleros.

No se queda ahí el beneficio, en algunos programas no existe distintivo entre canjear 4 o 5 noches consecutivas con puntos para obtener una gratis. Este tipo de beneficio, inexistente con las aerolíneas, habilita al cliente a canjear sus puntos en un hotel de ruta o en uno aspiracional de lujo y obtiene el mismo beneficio.

Otra cuestión que es mucho más accesible para el cliente al poseer una tarjeta de crédito de una cadena de hotel es que usualmente vienen con algún beneficio de élite, puede ser el nivel más bajo o algún nivel medio, pero siempre traen consigo beneficios pequeños que ayudan a mejorar la estadía.

Por último, obtener noches gratis a través de estadías pagas y con los consumos en la propiedad también es parte del beneficio, y no hay que olvidarse que casi la unísono las tarjetas hoteleras proveen algún tipo de noche gratis anual que puede venir atado a un nivel de gasto, o simplemente como parte de los beneficios.

La noche gratis que usualmente viene en forma de voucher, o de puntos a la hora de la renovación puede tomarse como un pre-pago de una noche a un precio de descuento. Por ejemplo Marriott en Estados Unidos ofrece sus tarjetas con Chase y AmEx, en el nivel más bajo con costo anual ofrece una noche por hasta 35.000 puntos todos los años a cambio de $99 o $125. Este voucher podría servirles para una noche en el Sheraton de Maldivas en temporada baja, el Marriott o Westin de Cancún o la hermosa propiedad en Valle de Uco en Mendoza, Argentina. La opción premium de la tarjeta ofrece un voucher anual de 50.000 puntos que eleva por demás la capacidad de uso aunque viene en tarjetas de $450 con otros beneficios.

El caso del voucher más bajo anual permite alojarse en propiedades con un costo de hasta $300, con algunas excepciones que pueden estar por encima de dicho valor, lo que quiere decir que le permiten al cliente pagar $99 como pre-pago de una noche en una propiedad que costaría el doble o más. Si uno viaja seguido y se aloja con la cadena, es un ahorro año tras año.

Al final del día, son los bancos los que deciden qué es lo que sus clientes quieren. ¿Pero realmente se habrán puesto a pensar en la posibilidad de lanzar productos co-esponsoreados con cadenas hoteleras? ¿Cuántos clientes en Latinoamérica realmente han escuchado o conocen de las posibilidades de las tarjetas de crédito hoteleras?

Si bien poseer una de estas tarjetas quizá no representaría una gran opción para el turismo doméstico o regional por falta de hoteles, aquellos que viajan internacionalmente podrían verse ampliamente beneficiados por el acceso y el ahorro que les podría representar. Al final de cuentas los hoteles tienen otros métodos de generación de dinero que no está atado únicamente al costo de la noche, por lo tanto, tener el cliente dentro de la propiedad es solo el primer nivel de ingresos.

Les dejo una pregunta ¿Cambiarían su tarjeta de crédito de aerolínea por una de hotel que les ofrezca categoría de élite y una noche gratis anual incluida en el costo anual de renovación?

2 Responses

  1. Hola. No manejo tarjeta de crédito, tampoco soy viajero frecuente, pero seria una excelente idea, cuanto mas beneficios reciba el consumidor, mas probables serán las ganas de los q no tenemos tarjetas de crédito de querer obtenerlas

    • Gastón dice:

      Hola Alberto. Este tipo de tarjetas terminan ofreciendo más valor y los clientes mantienen la relación ya que ambos ganan algo. Habrá que ver si deciden expandirlas en el continente y tentar a quienes no poseen tarjeta. Aún con una noche de ahorro, es un ahorro

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