Experiencia: Volando en la cabina superior del A380-800 de Qantas

Volar en un A380, sobre todo en la cabina superior en una experiencia en sí misma a pesar de que los asientos pueden ser de cualquiera de las clases disponibles. En este caso volamos desde Sydney en el A380-800 en los pocos asientos de cabina económica en un vuelo de poco más de 15 horas y mucha, mucha turbulencia.

A diferencia de mi aeronave favorita, el 787 Dreamliner, el A380 de Qantas muestra signos importantes de desgaste en sus asientos, aunque lo que se mantiene sin importar el metal en el que viajamos, es el nivel de servicio en todas las clases, el personal de Qantas hace del viaje una experiencia más relajada.

Previo a embarcar habíamos pasado por varios salones VIP, el Centurion Lounge con American Express Platinum y el Qantas Business Class Lounge a través de OneWorld élite. Una de las razones fue la de comer lo mejor posible teniendo en cuenta que no deseabamos alimentarnos en el avión a pesar de las 15 horas. Esto terminó siendo una verdad a medias ya que yo apenas probé el desayuno, mientras que los otros tres sí tuvieron oportunidad de probar bocado.

Ascendiendo a la cabina superior del A380 de Qantas

El acceso a la cabina superior tiene una puerta dedicada exclusiva para los pasajeros en asientos business/first, premium economy… y también un puñado de asientos de cabina económica al fondo de la misma. La señalización estaba correcta con tres filas completas que incluían la cabina superior y los élite de OneWorld, y otras dos filas para el resto de la aeronave en la cabina inferior.

Qantas A380 Sydney fila de abordaje premium y élite

A medida que avanzamos por la cabina aprovechamos para obtener algunas fotos de la misma aeronave y los asientos a modo de comparación. A primera vista todos los asientos parecen estar en buena condición, pero tengo mis dudas respecto del estado real, aunque el que más mostraba un desgaste era el de la cabina económica. A diferencia del Dreamliner, esta cabina no se sentía renovada recientemente.

Qantas A380 Sydney cabina superior business
Qantas A380 Sydney cabina superior business class

La cabina business no era precisamente la más privada ya que existían asientos sin conexión directa al pasillo, lo cual obliga al viajero a salir por encima del acompañante voluntario o involuntario y tiende a ser un problema. Respecto de los amenities, dejaban mucho que desear para una aerolínea como Qantas y hasta los auriculares carecían de estuche en donde guardarlos. Claro está, estos asientos se reclinan 180 grados y en un vuelo de 15 horas es un commodity.

Pasando por la sección de Premium Economy, los asientos se denotan más anchos en la parte superior y es evidente el apoya pies que diferencia a la cabina económica, y el precio. Los amenities en principio son equivalentes a los de la clase económica, con excepción de los auriculares. El acolchamiento es sencillamente más espeso y el ancho del asiento también ofrece una mejora sustancial.

¿Cómo es la cabina económica del A380 de Qantas?

Llegando al final de la cabina superior del A380 encontramos la pequeña y privada mini cabina de economy class en donde hasta los colores de la tela de los asientos es diferente, pero en donde el desgaste del tiempo aparenta haber dejado una huella significativa.

El espacio de piernas es reducido, inferior al del Dreamliner sin lugar a dudas y el diseño ergonómico ofrecido en este vuelo no se compara con los asientos Recaro ofrecidos en el 787. Una mención aparte para el espesor de los asientos, sin llegar a ser una low cost, la diferencia entre las tres cabinas se vuelve notable.

La configuración es 2-4-2 y el ángulo de reclinación en principio parece estándar. Cabe aclarar que algunos asientos de la ventanilla cuentan con pequeño cubículos al alcance para guardar objetos. Respecto de la sección de equipaje de bodega, difícilmente tengamos que pelearnos por un espacio por esta cabina, siendo que la sección business rara vez viaja completa (en cuanto al equipaje de bodega), y nadie nos solicitará enviar nuestro equipaje a la fila 813 F.

El servicio de entretenimiento no tiene nada de especial y aquí nuevamente se evidencia la diferencia entre esta configuración que aún no pasó por la renovación, y aquellos aviones con el nuevo equipamiento interno que pueden ver en nuestro reporte sobre Qantas 787. Los amenities son funcionales, con una manta amplia y que realmente ofrece resguardo del frío ocasional de la cabina, auriculares que funcionan correctamente y suenan mejor de lo esperado y almohadas que pueden ayudar a mejorar la postura en la espalda en otra parte del cuerpo y no se siente como de decoración.

Un intento de apoya pies en forma de red contenedora ubicada debajo del asiento de enfrente funciona a medias como tal, si es que los resortes no están rotos y la red estropeada por el sobreuso. Los enchufes de carga ya sobre-utilizados no resisten un cargador durante mucho tiempo, pero es algo ya normal en las aerolíneas. No creo que se preocupen demasiado al respecto.

A la hora de comer, el desayuno y el snack es lo poco que quedó documentado. La estrategia era la de comer lo mejor posible en los salones VIP del aeropuerto para evitar la decepción que usualmente causa la comida en cabina económica, para lo cual no sería una buena idea en un vuelo de más de 15 horas.

Business class lounge Sydney Qantas
Business class lounge Sydney Qantas acceso

Otra mención no menos importante fue la de utilizar nuestras membresías Priority Pass para acceder a restaurantes (ver la lista completa de restaurantes accesibles aquí) en el aeropuerto, a un valor de mercadería obtenida de USD 32 por persona y a costo $0 en términos de desembolso.

Del desayuno lo único que me animé a probar fue el yogurt y el muffin/magdalena que venía consigo, y claro está las barritas de helado de mango que realmente sabían delicioso.

Conclusiones sobre el A380 de Qantas

Está necesitado de una renovación urgente, se nota en los asientos y en las alfombras. El espacio de cabina superior se siente diferente a viajar en la misma clase pero en la cabina inferior, pero en mi opinión la turbulencia no ayudo a disfrutar realmente del momento. Tuvimos horas y horas de camino difícil y por momentos era estar durmiendo pero sentir que estaba uno flotando.

Siempre es difícil volar esta cantidad de horas, o más horas como hemos viajado en incontable cantidad de veces. Lo que tiene a favor Qantas es el nivel de servicio y atención del personal abordo. Rara vez uno encuentra ese nivel de servicio en el continente americano. Este servicio es el mismo que podría hacer de American Airlines una aerolínea de primer nivel, pero que se queda siempre en la amargura de tener buen equipo y un servicio al cliente en tierra y abordo que no podemos calificar como menos que pésimo.

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