Experiencia culinaria: 3 restaurantes top 50 del mundo.
Nuestra experiencia en Perú comenzó en Lima, nuestro objetivo era experimentar con la cocina peruana y las variantes de fusión. Buscábamos probar el menú de degustación de Maido en Lima, un restaurant calificado como el 7mo mejor del mundo de acuerdo a The World’s 50 Best. Maido ofrece un carta de degustación fusión de cocina peruana y japonesa. Otro de los restaurantes-destino a probar era Central ubicado asimismo en Lima. Este restaurante está rankeado como número 6 en el mundo. Por último, Astrid y Gastón, reconocido mundialmente por su trayectoria en la comida peruana, y a pesar de ser el número 39 en el mundo, el chef Gastón Acurio fue galardonado con el Lifetime Achievement concedido por The World’s 50 Best.

Nuestra experiencia, única por cierto, comenzó 60 días antes de nuestra llegada para lo cual tuvimos que organizarnos con 4 meses de anticipación. Esto incluye solicitar lugares en la lista de espera, poner alarmas y recordatorios en calendarios y teléfonos dado que una vez disponibles, las reservas literalmente vuelan en menos de 15 minutos. Nuestro viaje fue casi enteramente pagado con Chase Sapphire Reserve.Utilizamos una mezcla de puntos acumulados principalmente con las categorías de 3x puntos por USD. Puedes conocer mas sobre la Chase Reserve en nuestra sección tarjetas de crédito.

Cabe aclarar que soy un ávido degustador de comidas gourmet y uno de mis objetivos personales es visitar la mayor cantidad de restaurantes incluidos en la lista en cuestión. El viaje fue a través de American Airlines, en uno de sus aviones más anticuados. American Airlines decidió que los vuelos a Perú solamente tenga una oferta de aviones 767 que están a punto de ser retirados, por lo tanto, es importante resaltar que no dispone de las comodidades de otros en su flota como puede ser el 777 que usualmente se destina a Chile, Argentina y Brasil.
El contraste en toda esta experiencia, fue la increíble experiencia con LATAM, en donde no solo el hard product –el avión, sus asientos, comodidades, etc- pero también el soft –la atención, los servicios, etc- sobrepasaron una vez más nuestras expectativas. Un aplauso para LATAM. Lo que me llamó poderosamente la atención, fue ver gente con bultos poco frecuentes y panes del tamaño de una horma de queso parmesano en el compartimiento del carry on. No puedo pedir mejor experiencia que todo esto.
Volviendo al punto principal, mi experiencia culinaria comenzó en Maido en donde nos ofrecieron un menú de degustación de fusión comida Japonesa-Peruana que incluye sándwiches de cui, sushi a base de erizo de mar, lengua de vaca marinada por más de 31 horas cocinada frente a nosotros en una mini parrilla al carbón. Fuimos al mediodía y por suerte nos encontramos con una atmósfera amena, en un restaurante de corte moderno y con un nivel de atención acorde a su ranking. El costo de esta experiencia, ronda aproximadamente los USD 280. Para aquellos valientes que decidan explorar más allá de sus límites convencionales, Maido colmará sus expectativas. Aquí debajo podrán ver el menú y alguno de los platos de degustación que mas disfruté.




Mi segundo objetivo fue Central. Aquí solo ofrecían un menú de degustación. El maridaje de este restaurante es de vinos o elixires sin alcohol. Nosotros decidimos degustar los elixires. Sería irrespetuoso de mi parte intentar definir estos elixires, aunque debo decir que esta fue la única parte en donde me ví en algún tipo de dificultad.

La degustación está arraigada a las diferentes culturas, climas, altitudes y regiones que comprenden el Perú. La oferta en Central es de comida molecular, por lo que cualquier producto de la tierra o animal es exhibido para su degustación en diferentes formas, tamaños y texturas. El restaurante pone mucho énfasis en la variedad de sabores regionales y de ecosistemas que no se quedan solo en el llano, sino que van más allá del mar y las montañas de los Andes.

Si tuviera que describirlo en palabras simples, Central ofrece una opción de arte culinario en donde se mezclan pequeñas porciones de platos preparados alrededor de ecosistemas autóctonos en forma artística. En total fueron 17 platos, que iban desde materias primas recogida sobre la orilla de algún río, pasando por la corteza de árbol exhibido sobre pirañas, hasta incluso por alguna raíz o algún chicharrón de cerdo basado en una receta con ingredientes de 4000 metros de altura. Una experiencia para mi paladar que ronda los USD 400 por persona.


Nuestro último destino fue Astrid y Gastón en donde nos encontramos con una comida peruana típica, en un restaurant ubicado en una antigua mansión tradicional tipo colonial reacondicionada para recibir personas de todo el mundo que se acercan a vivir esta experiencia culinaria. El menú es amplio a diferencia de los otros dos. Los platos tradicionales se han adaptado a la modernidad a través de la influencia del renombrado Chef Gastón Acurio. No es poco común ver visitantes Europa occidental y Asia colmando los lugares disponibles para los comensales. En este lugar degustamos un risotto con tinta de calamar y unos gnocchi de papa andina. A comparación de los otros restaurantes, la presentación no era menos impactante, pero en este caso no nos enfocamos en el menú de degustación, sino en probar comidas típicas realizadas con productos autóctonos y locales. El costo de esta experiencia rondaba los USD 120 por persona.
Nuestro postre en Astrid y Gastón fue lo que yo llamaría una bomba atómica de sabor.
En mi opinión, aquellos amantes de la comida mundial deben hacerse un lugar en sus agendas para visitar Perú, El Valle Sagrado, Urubamba y Machu Picchu, pero sobre todas las cosas, disfrutar de una las mejores comidas del mundo, sus influencias fusión extranjeras y regionales.