Experiencia Belfast Hampton Inn by Hilton con puntos y categoría de élite
Pasamos por el Hampton Inn by Hilton en Belfast, Irlanda del Norte y utilizamos nuestros puntos y la categoría de élite para intentar obtener el máximo de las instalaciones y el servicio.
Veníamos de hoteles superiores, Aloft Dublín by Marriott y Radisson Blu Dublín y en este caso decidimos comparar el servicio con un hotel emplazado en el centro de Belfast, una ciudad completamente diferente a su contraparte del sur. El ambiente nos abofeteó de llegada, Belfast no era precisamente lo que esperábamos.

Reservar hoteles Hilton con puntos
En lineas generales podemos encontrar los precios de los hoteles no mucho más allá del valor de mercado, alrededor de 0.5 centavos de dólar por punto. El hotel tenía un costo de $150 finales pero obtuvimos la reserva en un precio promocional con puntos por tan solo 20.000 puntos, lo cual se traduciría a $100, ahorrandonos $50. No fué precisamente un canje para anunciarle al mundo, pero dadas las condiciones y la cantidad de puntos que teníamos, lo mejor fue utilizarlo y ahorrar el dinero para otras cuestiones.
Consejo: aún cuando el costo versus los puntos sean equivalentes en cuanto a costo, si tienen categoría de élite y desean quedarse 5 noches o más, tengan en cuenta que se ahorrarán la 5ta noche al canjear 4 consecutivas.
¿Ayuda la categoría de élite en esta categoría de hotel?
El desayuno, a diferencia de los hoteles de mayor calidad, está incluído en la tarifa regular o a través de puntos, por lo que en este caso la categoría de élite no me ahorró nada respecto del desayuno o los amenities adicionales. El hotel tiene un formato simple y no muchos amenities disponibles. El upgrade podrá haber existido, pero sinceramente no suponía obtener una suite presidencial en un Hampton Inn, claramente.
Unas botellas de agua y snacks sin cargo o bien algunos puntos extra de bonus es lo que puedo elegir al presentarme con nivel de élite en esta categoría de hotel.
El hotel, la recepción y el ambiente
Localizado en el corazón de Belfast, Hampton Inn by Hilton está emplazado en un lugar estratégico. Justo al lado de la estación de transporte público multi-modal y un garage público para aquellos que viajan con automóvil de alquiler, el hotel tiene una de las avenidas principales a una cuadra, restaurantes, bares y supermercados accesibles a escasos pasos.
Las atracciones más reconocidas están generalmente a entre 1 y 2 millas de distancia, lo cual lo pone en el radar de hoteles que permiten tener todo a distancia de a pie. Respecto de la visita al museo del Titanic, decidimos utilizar el automóvil ya que el día en que fuimos era también el día que regresamos a Dublín, previo paso por el Giant Causeway.
La recepción de Hampton Inn Belfast
El área de recepción nos daba una idea de lo que íbamos a encontrar en el hotel a nivel general, limpieza y modernidad necesaria pero básica, lo justo y necesario que deberíamos encontrar en un hotel como este. Una barra larga y un bartender prácticamente las 24 horas nos provee de snacks y bebidas en la gran cantidad de mesas disponibles.
Un pequeño business center pegado a las ventanas del ingreso y un cómodo lounge con un falso hogar a leña que daba ganas de quedarse a conversar completaban el área del primer piso del hotel. Nada sobresalía respecto de la marca, la categoría o las necesidades respecto del alojamiento. Después de todo, no estábamos buscando lujo, sino practicidad.
La habitación by Hilton
Supuestamente lo que recibimos era una habitación con upgrade, una de esas cuestiones que uno ni siquiera se detiene a pensar. A esta altura, con múltiples categorías de élite en varias compañías de hoteles y aerolíneas, el término upgrade rara vez resuena, a excepción de cuando uno se da cuenta que recibió una suite superior a la tarifa en puntos que buscábamos.
A pesar de esto, la habitación tenía todo lo que requería para una estadía tranquila y citadina. Unos 30 metros cuadrados de espacio, suficientes para una cama cómoda, un sillón para ver televisión y un largo escritorio para poder escribir para Puntos Globales y trabajar en las fotografías.
La vista daba directamente al area fluvial, pero tenía justamente un área en construcción que no creaba una experiencia visual placentera.
El baño tenía todas las características de aquellos europeos con diseños modernos, prácticos y que ahorran espacio. Shampoo, crema de enjuague y body wash disponibles en la ducha nos daban la oportunidad de viajar sin cargar estos tres componentes que son una demora al momento de pasar por seguridad en los aeropuertos.
El desayuno incluído en la tarifa
Como no podía faltar, el desayuno al estilo buffet continental estaba disponible desde las 6:30 de la mañana para todos aquellos pájaros tempraneros que decidieran comer o tomar algo en el oscuro amanecer del norte.
Típicos cereales y jugos al estilo lounge de aeropuerto, y las clásicas máquinas de café express son acompañadas por waffleras y tostadoras para la gran cantidad de panificaciones disponibles. Bananas, manzanas, naranjas y otras frutas jamás faltan para completar un lineup de alguna manera más saludable.
Para finalizar, galletitas europeas, de manteca, muffins y algunos platos calientes que generalmente forman parte de los desayunos americanos y europeos: quesos, salchichas, chorizos, pollo frito, tocino, entre otras cosas.
Conclusiones sobre Hampton Inn Belfast By Hilton
No puedo tener queja alguna del servicio o de la calidad del lugar. El hotel está excelentemente ubicado y tener el garage prácticamente como parte de hotel hizo todo más fácil. La propuesta era simple y práctica y no se quedó corta en ningún momento.
El desayuno ofrecido va acorde a la tarifa y lo esperable de Hampton Inn, la habitación se siente mucho mejor que aquellas que uno encuentra en Estados Unidos bajo la misma marca, y la propiedad estaba bien mantenida y cuidada.