Elegir una tarjeta de crédito de cash back o reembolso en vez de millas
En Puntos Globales a menudo nos encontramos hablando de cómo maximizar las millas y puntos de los programas de recompensas, pero en parte dejamos de lado el valor de las tarjetas de crédito de cash back. En este momento de la industria bancaria y turística en donde tan solo un puñado de compañías ofrecen estabilidad en sus programas, el cash back comienza a recomponer su utilidad.
El método conservador de las tarjetas de cash back
¿Qué es el cash back? Para los que no están familiarizados con este término anglosajón que se va filtrando entre nuestra lengua, es el método de reembolso o devolución que podemos obtener a través del programa de una tarjeta de crédito. Es el modo más simple que existe, 1%, 1.5%, 2% o 5% de la compra total vuelve en forma de cash back redimible o puntos redimibles por cash back.
¿Y por qué no se eleva este tipo de tarjeta por sobre las de millas o puntos flexibles? El asunto con las tarjetas de cash back es que es seguro, conservador y hasta podríamos decir aburrido. Una jugada segura. Pero no olvidemos que muchas de las inversiones aburridas y conservadoras siguen estando entre las más rentables a largo plazo. Claro está, si queremos jugar como en un casino, una jugada de alto riesgo y alta recompensa será energizante, igual que la caída o resaca en caso de que no funcione.
Recompensas altas y entendiendo el juego
Con este paralelismo trazado, básicamente podemos decir lo mismo de las tarjetas de Cash Back. En el mundo de los programas de recompensas, 1% redimible diréctamente por crédito o en nuestro banco puede sonar a poco, pero un 1% que nos ahorramos y volverá a nosotros. Otras ofrecen 2% o más, o bien proveen categorías rotativas con porcentajes altos que pueden complementar un ecosistema de tarjetas, pero que usualmente no son la mejor opción.

En cambio con las millas tenemos la posibilidad de jugar a la ruleta, aquellos que aún no comprenden el valor de adquisición de las millas (ver guía fundamental), el valor de canje (lo que obtenemos de el, ver guía) y la valuación estimada de las millas en comparación a los pasajes en el mercado (ver última lista), se encuentran a menudo con millas expiradas, canjeando millas en vuelos con altos costos de tasas e impuestos o simplemente pagando más por el pasaje con millas que lo que podrían haber conseguido en el mercado abierto. Todo eso, habiendo subsidiado a una aerolínea con la compra de millas en muchos casos, pagando por adelantado algo que no sabremos a ciencia cierta cómo utilizar eficientemente.
El juego de las millas versus el cash back en una tarjeta de crédito
Jugar con las millas es divertido y puede ser muy lucrativo, pero tiene aristas que hay que ponderar para ingresar en el. Lo primero es estar informado y continuar informándose, ni siquiera nosotros en Puntos Globales nos la sabemos toda (claramente); siempre aprendemos, siempre estamos buscando algo nuevo y si lo encontramos y podemos formar una opinión la compartimos.

Estas características afectan a la decisión sobre ir por tarjetas de millas:
- El lugar en donde la persona vive afecta a la decisión de ir por un programa de millas,
- Nuestros deseos y objetivos y la posibilidad real y lógica de ser alcanzados (Querer viajar en JAL con millas viviendo en el Congo puede probar ser un deseo un tanto lejano si lo que deseo es acumular a través del consumo) ¿Se entiende el punto?
- Nuestro nivel de ingresos (y consumos) afectará directamente a nuestra posibilidad de acumulación. Simplemente deben estimar realmente cuánto consumen anualmente que puede ser transferido a la tarjeta que suma millas para tener una idea real de cuántas podemos acumular. Viajar en business con millas en LATAM hacia Norteamérica y acumular con la tarjeta con un consumo de USD 10.000 anuales en el núcleo familiar puede probar ser una misión ridícula (y desmoralizante).
- La organización y responsabilidad con herramientas financieras (tarjeta de crédito)
- La oferta bancaria respecto de los programas de recompensas (y sus socios comerciales locales)
Entonces, después de analizar como personas como mínimo todo eso, si llegamos a la conclusión de que podemos ir por una tarjeta de crédito de millas, tendremos que resolver otros problemas. Cómo lidiar con las constantes devaluaciones que están sufriendo los programas de millas en general y qué valor pago por las millas (costo de adquisición) versus lo que quiero obtener.
Ahí es donde vuelvo a poner el ejemplo de que un vuelo en cabina económica no debería valer menos de 2 centavos de dólar por milla para que valga la pena, y por supuesto, deberíamos haber adquirido esas millas a en lo posible menos de 1.5 centavos para obtener una «ganancia» que valiera la pena, aunque cualquier costo cercano a la unidad de centavos tendrá más lógica.
En definitiva, la única manera real y accesible de obtener valor de manera clara con el uso de las millas es a través de las cabinas premium (Business o superior).
Es por eso que todo este análisis no es lo que la gente desea hacer. No se registra en un programa de recompensas para hacer tablas de excel y análisis de los costos y movimientos de los espacios disponibles de cada aerolínea. Tampoco para estar atentos a las peleas de divas entre CEO’s de aerolíneas. Y ahí es donde las aerolíneas aprovechan… y el cliente tiende a perder.
Al mismo tiempo, es ahí donde la simplicidad de una tarjeta cash back hace brillar su conservadurismo.
La simpleza del cash back en una tarjeta de crédito
Compramos, pagamos con la tarjeta y obtenemos dinero. Simple, conservador y perfecto para muchas situaciones. Así de simple y efectivo es el sistema de cash back de muchas tarjetas de crédito. Luego tenemos los diferentes sabores, aquellas con una tasa fija de cash back o reembolso 1%, 2%, 3%, 5%.
También encontramos dinero en cash back bajo el nombre de un programa, Banco Peso, Banco Dolar, etc. Estos últimos intentan que gastemos este dinero de monedero virtual principalmente en sus marcas, aunque usualmente ofrecen una salida elegante pero menos promocionada de obtener el dinero.
Otras permiten acumular cash back en forma de puntos con un valor fijo en centavos, que luego puede utilizarse en el caótico catálogo… o bien de manera inteligente en forma de crédito en nuestra tarjeta de crédito o diréctamente en nuestra cuenta de banco.

Podemos encontrar también una mezcla de todas ellas, incluyendo las de puntos flexibles que pueden ofrecer acumulación acelerada pero valor reducido para cash back, o en donde podemos armar un ecosistema de acumulación con diferentes categorías con bono adicional.
¿Quiénes se benefician del reembolso en una tarjeta?
Podríamos decir que los viajeros no se benefician de este tipo de tarjeta de crédito, pero esto no es enteramente correcto. En algunos casos, y sobre todo ante la falta de buenas ofertas bancarias o consumos anuales menores que no harían la diferencia en millas, obtener una tarjeta de crédito de reembolso (cash back) puede terminar siendo el mejor aliado.
Es decir, acumular 1 milla por dólar en consumos de USD 10.000 anuales en el núcleo familiar puede resultar en 10.000 millas que pueden llevarnos a ningún lado en muchos casos y podrían correr el riesgo de terminar perdiéndose por expiración. Si lo mismo hubiese sido acumulado en forma de cash back, el dinero quizá no fuera significativo (USD 100 al 1% o USD 200 al 2%), pero ese dinero puede utilizarse para viajar en donde queramos sin restricciones o bien puede ser utilizado en cualquier otra cuestión que deseemos, lo cual no siempre tiene que ser un viaje.

Aquellos cuentapropistas o que están comenzando a armar su negocio unipersonal pueden obtener un descuento efectivo en cada compra con la tarjeta de crédito al utilizar este tipo de tarjetas, incrementando en el mismo % que ofrece el producto el ingreso de dinero de manera informal.
Los que no viajan también se benefician de este tipo de tarjetas, y sobre todo aquellas personas con un ingreso fijo (jubilados, pensionados, aquellos con ingresos destinados desde los gobiernos, etc). Cada centavo vale, y el cash back es dinero que no pagamos y volverá a nosotros.
El dilema ¿moral? es el de que las tarjetas de crédito lo sacan de su ganancia, lo cual es verdad, pero al mismo tiempo si pagáramos con dinero físico no obtendríamos un beneficio en el precio (en situaciones normales). Como segunda crítica a menudo escucho de que el establecimiento debe subir los precios, lo cual no es tan así, sino que el costo de la tarjeta de crédito se asume como un costo más de hacer negocios, que en muchos casos se compensa con el aumento de alcance y volúmen. Imagínese usted intentando comprar por MercadoLibre con dinero físico al estilo antiguo, teniendo que movilizarse hasta el lugar físico para pagar o bien pagar a un intermediario para que lo entregue en caso de estar en la misma ciudad. ¿Se vé el punto?
Esto se vuelve mucho más importante en los mercados en donde las tarjetas de cash back tienen categorías con bono que pueden llegar hasta el 5% como restaurantes, gasolineras, supermercados y otros rubros que usualmente se llevan una gran parte de nuestro consumo familiar o individual. Incluso Uber renovó su tarjeta de crédito con cash back (la analizaremos más adelante).
Todos estos se benefician de una característica adicional de este tipo de tarjetas, el costo anual de la misma tiende a ser $0 o mucho más bajo que una tarjeta de viajero.
Conclusiones
Las millas han sido más lucrativas que los puntos por múltiples razones, pero esto comienza a dejar de ser una verdad absoluta y menos programas ofrecen tanto valor como las grande aerolíneas ofrecían hasta hace algunos años. Smiles, Alaska e Avios (Iberia) siguen teniendo alto nivel de efectividad.
Jugar con las millas ha siempre sido divertido y lucrativo, pero no todos están listos para jugar el juego o bien aceptar que los cambios están poniendo a las millas en el lugar de un voucher a redimir por un valor inesperado en un futuro. Las millas ya no son millas y por eso su acumulación y canje pone al cash back como una gran alternativa para varios.
En definitiva, con el cask back logramos tener un descuento en cada una de las compras que realizamos y el usufructo de dicho dinero está en la decisión que tomemos luego, y que deja de estar atada a un programa o una aerolínea… aunque más bien deja de estar atada a viajar únicamente.
La próxima vez que salgan en búsqueda de una tarjeta de crédito, analicen algunos de los puntos que compartí con ustedes para decidir exáctamente que encaja mejor en su estilo de vida.
Bravo!!! Bravo!!! Bravo!!! Alguien tenia que decirlo y usted no duda en sus opiniones, las millas 2019 son una farsa. Lo felicito por el blog. Saludos cordiales
Buenas noches Melvin, no creemos que las millas sean inútiles, sino que no todos los clientes están dispuestos a jugar a la estrategia y es ahí donde las aerolíneas aprovechan. De todas maneras, cada vez hay menos programas de millas con valor real y accesible. Un abrazo grande.