Crear un presupuesto familiar en tiempos de crisis
¿Por qué debería crear un presupuesto familiar? Los bloqueos totales de los países nos están dando mucho tiempo para pensar, y si bien todos queremos volver a la normalidad, esto va a tomar un tiempo. Estamos en un momento incierto, todos, y lo que vendrá en dos semanas es completamente desconocido. No solo porque no vemos el futuro, sino porque la rapidez de los hechos nos llevan por delante.
Justamente en este momento en el que solo nos ofrecen noticias negativas y tristes, sacar la atención de las noticias y volcar nuestro enfoque en nosotros y en los que nos rodean es más productivo. Y con tanta incertidumbre, debemos poner pies de plomo en el piso y establecer cómo pensamos afrontar el tiempo que nos llega. Cómo administraremos bienes escasos en tiempos de vacas flacas.
Crear un presupuesto familiar puede ser crucial para afrontar las semanas difíciles que están por venir. Hacerlo nos dará claridad al momento de desembolsar nuestro dinero, pero también podremos organizar adecuadamente las prioridades e identificar lo no prioritario.
Sin importar el país en que uno se encuentre, lo prioritario es tener dinero a disposición. Los cheques o depósitos pueden dejar de venir en cualquier momento, el ingreso seguro puede desvanecerse y por lo tanto tenemos que poner el pie en el freno.
Hoy voy a hacerlo simple, suficientemente simple como para que cualquiera que lea el artículo pueda ponerlo en práctica, hoy mismo.
Pasos para crear un presupuesto familiar simple
Lo ideal hubiera sido tener al menos 3 meses de reservas frescas equivalentes a nuestros gastos ordinarios mensuales, algo que puede ser sonar más fácil de lo que parece, pero es el comienzo de unas finanzas personales saludables.
Identifiquemos las deudas y vencimientos. Este momento requiere reducir los desembolsos de dinero a la mínima expresión, lo que quiere decir que los re-pagos de deudas y cualquier tipo de servicio debe pagarse al mínimo para poder absorber la mayor cantidad de ingreso posible en las reservas.
- El costo servicio de telefonía debe reducirse al mínimo necesario
- Idealmente uno no debería tener deuda, pero si tenemos deudas en la tarjeta de crédito y no es posible cancelarla 100% en este mes, debería pagar el mínimo aunque el interés sea alto (algunos países están consagrando medidas especiales con los emisores y bancos para evitar pagos y postergar intereses, aprovéchalo),
- Los servicios no esenciales pueden renegociarse con el proveedor: ejemplo el cableoperador. Llamar y llamar hasta que nos ofrezcan una bonificación o bien cancelar temporariamente. Personalmente, dejaría internet como servicio esencial por la multiplicidad de usos.
- Pago de renta o hipoteca, y los seguros atados a dichos desembolsos son fundamentales y deben ser la prioridad. Pero en caso de conseguir un mes de gracia sin penalidad alguna, es una buena idea tomarlo y engrosar nuestras reservas.
- Servicios públicos (electricidad, gas, etc), reducir el consumo y establecer el promedio de gasto de los últimos meses para tener precisamente una idea de cuánto tendremos que desembolsar.
- Establecer la cantidad exacta requerida para gastos inamovibles como aquellos que tienen problemas de salud, etc.
- Nuestra compra discrecional, el supermercado: Evaluar qué podemos dejar de lado temporalmente. Nadie necesita tomar Coca Cola o bebidas azucaradas que son fácilmente reemplazables por una versión más barata y saludable (el agua), pero uno no puede dejar de lado las comidas saludables como verduras, legumbres, frutas, carnes frescas.
Con esta información en mano sumar los desembolsos totales y compararlos con los ingresos asegurados. Olvídense de sumar el ingreso de Uber o de cualquier tipo de «gig» part time que requiere salir y moverse. Tampoco las ventas por Internet a menos que sea de artículos necesarios. No lo cuenten ya que todo esto lleva consigo un gran símbolo de interrogación. Sean honestos y comparen los ingresos con los egresos. Todo lo que sobre lo guardan como reservas exclusivamente necesarias para suplementar una falta de ingresos.
Por favor, no malinterpreten el pagar los mínimos necesarios con dejar de pagar totalmente. En caso de no poder pagar una deuda o un servicio, deben comunicarse con la entidad en cuestión e intentar solucionarlo, en casos extremos como el que estamos viviendo seguramente llegarán a alguna solución. Y todo lo que acuerden que quede por escrito.
Con motivos de ahorrar aún más, utilicen alguna tarjeta que ofrezca cashback o descuentos exclusivos en las compras que necesitan hacer, las fundamentales. Y por último, este es el peor momento para deshacerse de cualquier bien o activo, ya sea un automóvil, una casa o acciones en su portafolio. Lo ideal sería pasar la crisis sin desprenderse de activos a precio vil.
Tenemos múltiples artículos-guías de cómo hacer un presupuesto hogareño para mejorar nuestras finanzas personales, si tienen ganas y tiempo aquí se los dejo:
- Crear un presupuesto, misión imposible parte 1
- Crear un presupuesto, misión imposible parte 2
- Crear un presupuesto, misión imposible parte 3
- Primeros pasos para crear un presupuesto hogareño
- Cómo identificar que no estamos preparados para utilizar una tarjeta de crédito
- Métodos para eliminar una deuda
- Generar riqueza en vez de acumular compras
- Sacar un préstamo para consolidar deudas ¿Sirve?
- ¿Por qué pensar que el estado mantendrá nuestro nivel de vida con nuestro retiro o jubilación?
Qué acciones pueden perjudicarnos
Financieramente hablando, en términos familiares o individuales, considero -en mi opinión- que estas son algunas de las acciones que nos perjudicarían en caso de tomarlas:
- Vender nuestros activos o bienes a un precio deprimido, es decir, a precio de descuento. Hay prioridades, si uno no tiene para comer, puede que no tengan otra opción, pero en caso de poder mantenerse sin tocar los bienes o activos, seguramente estarán mejor.
- Comprar millas. Los que leen Puntos Globales a menudo ya conocen nuestras opiniones respecto de comprar millas, hay pocas razones y situaciones en las cuales deberíamos comprar millas. Pero hoy más que nunca, este momento es el peor para hacerlo.
- Gastar todo lo que me ingresa. Siempre y cuando ya de por sí no estén con la soga al cuello, este es un momento para reducir al máximo todo gasto discrecional y que no sea esencial. Hay una realidad, nadie sabe qué compañías sobrevivirán, cuándo terminará todo esto y cómo saldremos del acertijo. El trabajo podemos perderlo mañana, ajusten temporalmente.
- Salir a la calle cuando nos piden que nos quedemos. No necesito explicar esto demasiado, ¿no?
- Olvidarnos de los reclamos de cancelaciones o interrupciones de viaje. Todas las aerolíneas y compañías están desbordadas, quizá no hoy, quizá no mañana, pero comiencen a ver el horizonte de tiempo que tienen entre el evento que desencadenó la cancelación o interrupción, y el límite establecido para hacer un reclamo (usualmente entre 30 y 90 días).
- Seguir viviendo como si nada hubiera pasado. Esto incluye todo lo de arriba.
- Contratar nuevos servicios o comprar productos no productivos. Definitivamente es un mal momento para dar de alta la nueva suscripción o salir a comprar esa televisión nueva. Lo único que considero que se podría comprar en este momento son negocios, participaciones, materiales, maquinarias, acciones, bonos, etc que pueden darnos una renta a futuro, es decir, activos productivos o financieros. Esto va atado a la primera sugerencia, los precios están deprimidos, en liquidación y porque hay un riesgo, claro está.
- Gastar nuestras reservas acumuladas en cuestiones no fundamentales, urgentes o de extrema necesidad.
Conclusiones finales
Todos estamos navegando un momento incierto. Crear un presupuesto ayuda, siempre. Nos orienta respecto de a dónde va nuestro dinero, qué hacemos con él y cómo podemos mejorar nuestra situación personal o familiar. Los ingresos son finitos, y en este tiempo en que todo parece ser negativo tenemos la oportunidad de pensar y organizarnos de acá en adelante.
Si el artículo en sí no los ayuda a pensar cómo administrar mejor lo que tienen actualmente, alguno de los otros artículos que compartí más arriba quizá lo haga. Todo en este artículo es una opinión personal y no lo ofrezco desde el punto de vista profesional de un asesor financiero. En caso de necesitar ayuda profesional, sus situaciones personales pueden demandar pasos más complejos y conversaciones más profundas con alguien que pueda ponerlos en el camino correcto. Mantengan la comunicación vigente, siempre.