¿Compartir el boarding pass y otra información personal en redes sociales? No, no, y no.
En la última semana me encontré con tanta gente compartiendo los boarding pass y otra información personal en redes sociales que tuve que dejar de lado otros artículos en el horno para escribir acerca de esta problemática. Estamos en el 2020 y la gran mayoría de los países ya permite interactuar con miles de negocios de manera virtual sin la intervención de nuestra presencia física.
La mejora en cuanto a la comodidad de los trámites también trae consigo el peligro de lo que compartimos. De hecho, es extraño ver gente compartiendo boarding passes enteros en donde toda, pero toda la información de ellos está disponible. No solo el nombre y apellido es el problema, sino además continúo encontrándome instancias en las cuales los individuos posan con sus pasajes impresos que incluyen a simple vista el código de reserva. ¿Saben cuánto tarda una persona en combinar ambos datos y cancelar su vuelo entero? Lo que le tarde en comunicarse con la aerolínea… o bien online.
Además, ¿Para qué compartir el boarding pass en línea y etiquetar al mundo? Hay tantas opciones para mostrar que estamos volando, viajando o en la cabina más lujosa del planeta, ¿Por qué el boarding pass?
Uno de los aspectos más interesantes del problema de sobre compartir es que aunque aún no haya llegado a todos los países, en algún momento podrán no solo obtener una tarjeta de crédito por internet, sino un prestamo personal, una hipoteca o cualquier otro trámite importante. Esto repercute en que aquellos que pacientemente acumulen su información durante un tiempo tendrán el gatillo listo para hacer daños irreparables. El ejemplo más claro es el de Estados Unidos, en donde pueden realizar a esta altura cientos de requerimientos virtuales de suma importancia, ¿Por qué creería uno que nunca llegará a su puerto?
Volviendo al hecho de compartir el boarding pass, el segundo aspecto peligroso es el código de reserva QR o código de barras. En este pequeño código, que parece un acertijo pero que es símplemente leído por sitios disponibles al día de hoy podemos obtener aún más información sensible de los pasajeros que incluye pasaporte, teléfonos, accesos especiales, número de viajero frecuente, fecha de nacimiento, correo electrónico y otros datos que realmente dependen de qué aerolínea sea la que lo administra. Con eso no solo pueden acceder a nuestro vuelo inmediato, sino potencialmente a todo nuestro historial de viaje y viajes futuros. Caos en puerta.
Otros problemas de seguridad al compartir tu boarding pass
¿Alguna vez escucharon a alguien advertir de no publicar en vivo acerca de nuestras vacaciones? Es un excelente consejo. Avisar que estamos todos de vacaciones es una invitación a que ingresen a nuestra casa ya que saben que nadie opondrá resistencia, excepto Fido, tal vez.
La peor parte puede venir atada a los milleros multimillonarios, de millas/puntos. Compartir el boarding pass en redes sociales y el riesgo que significa ofrecer la puerta a nuestra privacidad provee de un nuevo camino para que alguien llegue a nuestros preciados puntos/millas y le haga un regalo lujurioso a un tercero… o bien venda las millas o la reserva contra los términos y condiciones de la aerolínea y terminemos pagando por la malversación de otro.

Ponemos en peligro a nuestros amigos o familia. Si tenemos reservas compartidas, el ofrecer este hueco a nuestro itinerario también pone en riesgo a nuestras personas más cercanas. No solo alguien con malas intenciones podría generarnos un problema a nosotros, pero además a los que más queremos, y tan solo por decidir compartir el boarding pass.
El valor de la privacidad y el futuro que no conocemos
En definitiva, toda esta información que parece insignificante hoy, es una mina de oro para muchos con ganas de hacer daño que están frotándose las manos esperando al momento correcto. No importa en qué momento del desarrollo de los trámites digitales esté cada país, en algún momento llegará, y de seguro será más pronto que tarde.
Aquellos que tienen la posibilidad de vivir en países completamente digitalizados conocen los riesgos, y los problemas, que traen los constantes hackeos a compañías grandes que manejan volúmenes de datos difíciles de comprender. El agregado de estos datos nos pone en alerta constante ante la inminente posibilidad de que nos llegue el golpe en forma de robo de identidad. Solo se necesita alguien con intención y el mínimo de información correcta, y el boarding pass puede ser una perfecta avenida para este segundo item.

Además, ¿Qué es tan importante del boarding pass que decidimos publicarlo? Háganse un favor y eviten publicar información identificable en línea de manera innecesaria. No podemos controlar el destino de las empresas que no invierten lo suficiente en defender la información privada de la gente, y tampoco tenemos control sobre mucha de la información que ofrecemos a través de aplicaciones, sitios, y demás del día a día. Lo que sí podemos controlar es la idea de ofrecer una línea de tiempo diaria de nuestra vida y nuestra información.
¿Qué deberíamos hacer con el boarding pass?
Compartir el boarding pass en internet es claramente lo que no deberíamos hacer, a esta altura entenderán que estoy intentando que esto quede claro. Pero ¿Qué hacer con el? No descartarlo en el aeropuerto, para comenzar. Lo mejor que podemos hacer es llevarlos con nosotros hasta el final del viaje y eliminarlo de manera segura.
Claro, ponerlo en la bolsa de la basura y dejar que se lo lleven al relleno sanitario es probablemente suficiente para la mayoría. En otros casos, mejor pasarlo por una máquina destructora de papeles y que termine como papel picado irrecuperable.

Utilizar la aplicación móvil de la aerolínea es probablemente la mejor opción. Evitamos un gasto inútil en papel para algo que puede controlarse de otra manera y al mismo tiempo evitamos dejar por ahí información personal importante.
Conclusiones sobre compartir demasiado
Compartir demasiada información personal en línea es un tema recurrente desde hace tiempo, sobre todo porque ya no sabemos quiénes tienen y acumulan esta data y para qué fines. No sabemos cuándo y quién la podrá utilizar a favor o en contra nuestro, y ni siquiera tendremos acceso a conocer cómo se obtuvo en primer lugar.
Lo que es claro es que lo que compartimos en internet queda alojado en algún lugar para siempre, y cuando hablamos de compartir el boarding pass, nos ponemos en un riesgo mayor de exponer no solo cuestiones que deseamos sino información personal de identificación privada a cualquiera que desee obtenerla.
No es necesario ser paranóico, simplemente tenemos que evitar compartir cierta información, y el primer nivel de seguridad siempre comienza con nosotros mismos. En definitiva, esa foto no será conocida si nunca la publicamos, ¿No?