Cómo están cambiando los programas de recompensas
No hay dudas que los programas de recompensas están cambiando, pero aquellos que se van sumando en el último vagón del tren no han visto la degradación continua y cada vez más acelerada de los mismos. Cuando menciono estos tópicos algunos me preguntan acerca de cómo están cambiando los programas de recompensas y el debate comienza.
La realidad indica que en los últimos 5 años, los programas de recompensas tuvieron cambios más acelerados y profundos que en 20 años previos. Esto fué a raíz de la tecnología por parte de las empresas, la consolidación del mercado en compañías cada vez más grandes y la entrada de las tarjetas de crédito de lleno en esta esfera.
Por otro lado, sitios como este, foros, y las redes sociales permitieron el advenimiento de cada vez más personas compartiendo cómo explotar de mejor manera las reglas de los programas de recompensas, y esto a su vez, hizo a los bancos, aerolíneas y hoteles recalcular y subirse al juego para no quedarse atrás.
Las millas ya no son más millas a excepción de unas pocas aerolíneas. Los puntos ya no tienen una tabla fija de canje a la que podamos mirar y apuntar con certeza, y los puntos de las tarjetas de crédito ya no son más algo que cambiamos por tostadoras o un voucher sin utilidad.
Esto último está poniendo en una situación difícil a los programas de recompensas como tales.
La acumulación de millas/puntos
Ya no se acumula más volando, y prácticamente ya no se acumula más puntos de hotel en estadías. Ni hablar de la categoría de élite. Para los hoteles, la mejor manera de obtener estatus de élite es a través de una tarjeta de crédito, que, lamentablemente está limitada a unos pocos países o a la American Express Platinum.
¿Volar para acumular millas? No, pagar para acumular millas. A excepción de por ejemplo Alaska Airlines, las millas se obtienen basadas en una combinación de categoría de ticket, tipo de cabina, valor del ticket y clase de élite. La única diferencia que por ahora se da entre las aerolíneas y los hoteles es que sin importar dónde hayamos obtenido la reserva, la aerolínea nos acreditará las millas correspondientes.

¿Quedarse 60 noches para tener categoría de élite? ¿Para qué me voy a gastar en ser leal a una cadena para obtener algunos beneficios con el hotel si puedo acortar la distancia a través de una tarjeta de crédito que me ofrece un nivel medio-alto, e incluso alto en algunos casos?
La compra de las millas y las tarjetas de crédito
La acumulación se traslada a la compra de millas, la cual en la gran mayoría de los casos no recomiendo, o bien a través de la tarjeta de crédito. Pero incluso en este punto el cambio de los últimos años ha sido trascendental. El histórico ratio de acumulación de 1 milla por dólar comienza a romperse por todos lados.
Esto es gracias a que los bancos le ofrecen más ganancias a las aerolíneas a través de la compra de puntos y millas que pueden ofrecer a sus clientes en sus portafolios, incluso para cerrar una hipoteca. Ahora los bancos ofrecen más tarjetas de crédito de aerolíneas y otras mixtas o de puntos flexibles en donde el consumidor tiene poder de fuego para elegir cómo utilizarlos.

Ahí llega el siguiente punto, los bancos pueden ofrecer 1, 2, 3 o 5 puntos por dólar consumido en algunas categorías, y dichos puntos tienen la equivalencia de 1 centavo a valor nominal en nuestra cuenta bancaria, en otros casos un valor menor para dicho uso, pero casi inevitablemente estos valores son equivalentes a 1 milla de decenas de aerolíneas u hoteles.
Es decir, ya no necesito la tarjeta de la aerolínea cuando puedo acumular puntos de, American Express, por ejemplo, y elegir qué aerolínea u hotel me conviene, o si rinde más utilizarlos a valor nominal para comprar la reserva diréctamente con el portal de la institución financiera.
Lo que nos traslada a otro nuevo cambio, el constante movimiento del valor de las millas debido al precio dinámico para equiparar la acumulación acelerada. Esto, en definitiva, genera que una gran cantidad de gente utilice sus millas y puntos por lo primero que tiene al alcance y de alguna manera pierda dinero (por ejemplo vs la compra de las mismas), y por consiguiente, requiera más información vía blogs o portales en general.
Los beneficios de élite
Los beneficios de élite de las aerolíneas y los requerimientos para los mismos son otros ejemplos de cómo los programas de recompensa han cambiado. No solo la eliminación de los requerimientos de millas volada en el asiento, lo cual fue explotado flagrantemente por mucha gente en los últimos años, enfureciendo a muchos que depositaban varias decenas de miles de dólares para conseguirlo.
Con el cambio de requerimientos de United se abre un nuevo capítulo en el cual una aerolínea cambia sus requerimientos por tercera vez en 4 años. Ahora básicamente es pay to play, ya que todas las configuraciones para obtenerlos pueden ser salteadas con tan solo pagar cierta cantidad de dinero en la aerolínea, así de simple.

Pero las tarjetas de crédito también tuvieron un pedazo de responsabilidad al ofrecer en sus productos co sponsoreados beneficios parciales de élite, y en algunos casos niveles GOLD como por ejemplo Avianca y LATAM. Esto termina degradando el valor del mismo para aquellos que lo consiguen volando, y por lo tanto la aerolínea nivela hacia abajo los niveles superiores o agrega uno más al tope de la cadena.
El canje de millas y cómo cambió los programas
El nuevo paradigma de canje de millas es, busca hasta que encuentres. Sobrepoblado con la constante venta de millas con supuestos descuentos, más gente compra, menos asientos disponibles hay. Al menos en cabinas premium. Con los costos actuales de los vuelos desde algunos mercados, hay muchos canjes que no tienen sentido. Sobre todo en cabina económica.
Existen algunos programas estrellas con altísimo valor dando vueltas: Caso de Smiles en Argentina y Brasil, Alaska para el que se pueda registrar, Virgin Atlantic para utilizar en socios de la alianza, Singapore KrisFlyer para aquellos basados en Asia.
Lo que sucede es que cada vez más la redención de millas se vuelve aspiracional para los canjes buenos, y a pérdida para aquellos apurados que compran millas a 1.8 centavos y redimen por un vuelo de USD 600 a 1.3 centavos, perdiendo una gran parte de su dinero sin necesidad.

Las tablas de canje dinámicas, United, Delta, Aeroméxico, LifeMiles, etc ponen en riesgo la utilidad de los programas de recompensas ya que las recompensas no son tal, sino un porcentaje de lo que pagamos, osea un descuento a futuro con un valor incierto. La aerolínea dictará de acá a dos semanas, un mes o 2 años cuánto valdrán sus millas a pesar de que de alguna manera pagamos por ella con nuestro ticket.
En conclusión
Para los que no tuvieron la oportunidad de volar en la categoría más baja y acumular la misma cantidad de millas que si voláramos en una reserva del doble de costo, leer que dicha opción existía es como contarle a un niño de 10 años lo que era un cassette. Fué un tiempo diferente que ahora es parte del pasado.
Los cambios de los programas de recompensas tienen dos responsables, las compañías y nosotros los consumidores. La información nos benefició por igual a ambos, los consumidores pegaron primero al masificar la información de como jugar con las reglas, las compañías contra atacaron con sus cambios, incluso los bancos con sus restricciones respecto de los puntos de bienvenida.
Ahora le toca el turno al consumidor de continuar informado para no perder dinero, en definitiva, viajar es un placer pero no debe ser una obligación. Comprar millas es tan solo ofrecerle ganancias a la compañía con el riesgo de que esas millas las podemos perder, pueden expirar, nos las pueden robar o las podemos canjear a un valor de pérdida.