American se va de Santander y LATAM deja sus vuelos domésticos ¿Y ahora?

Parece mentira que hace pocos días atrás escribí acerca de la dificultad que conlleva escribir sobre los programas de lealtad en Argentina y cómo se complican aún más con la pandemia, la estricta cuarentena y el modo suspendido en el que se encuentra la vida en general.

Hoy me encuentro una vez más escribiendo acerca de las novedades o mi visión sobre lo que sucedió en los programas de recompensas de dicho país, casi una ironía del destino.

Ayer avisamos que LATAM dejaba Argentina en medio de 4 años de pura pérdida y 15 años de batallas contra la rigidez del mercado por todas las razones que quieran incluir, no es MI punto. Las rutas domésticas están perdidas, las internacionales en principio las aprovecharían las filiales extranjeras de LATAM… si es que nadie se mete en el medio. Todo por verse.

LATAM siempre fue una de mis aerolíneas latinoamericanas favoritas por varios puntos: el servicio abordo y en tierra siempre ha sido excelente y con atención al detalle en una suerte de ser el Qatar Airways del continente. Personal cordial, ameno y con excelente servicio que podría decir se redujo un poco con la fusión de TAM.

El servicio telefónico siempre me pareció deplorable y aprendí con los años de boca de sus propios empleados que el problema radicaba en el método de rotación del personal sin un entrenamiento completo y otros aspectos. Si alguien quiere corregirme o verificarlo, bienvenido sea.

En el promedio del conjunto de características, LATAM sobresalía por encima de sus competidores directos: Aeroméxico, Aerolíneas Argentinas, Avianca, American Airlines, Boliviana de Aviación, Copa Airlines, Gol, Delta, y United. Su programa LATAM Pass ofrecía valor (aunque limitado), el servicio era bueno, su alianza era homogénea y se ajustaba a los clientes, la flota era aceptable, y las rutas proveían de suficiente conectividad.

Ahora quedó una aerolíneas en quiebra, que saldrá reducida, bajo el manto de Delta, con una ¿efectiva? devaluación de LATAM Pass, con un país menos en su red y vaya uno a saber con qué otras cuestiones que afectarán lo que siempre fue LAN, luego LATAM.

La venta de millas LATAM Pass y BBVA

Verguenza debería darles la venta de millas LATAM Pass que ocurrió el mes pasado en la filial Argentina. Claro, me dirán que las millas LATAM Pass son globales, pero una empresa en proceso de quiebra ni siquiera debería estar ofreciendo millas para una aerolínea que establece que ante dicha situación queda a conciencia de la compañía si sigue aceptando las millas emitidas o no.

Esta venta de BBVA Francés y LATAM no fue para el mercado chileno, paraguayo o colombiano, sino para el mercado que ayer anunciaron como terminado. ¿Necesitaban quemar su imagen de esta manera? ¿La cantidad de dinero recaudado fue lo suficientemente alto como para justificar semejante mancha o burla hacia sus clientes?

No todos los viajeros lo hacen internacionalmente, y mucho menos en países amplios y diversos con el que acaban de dejar atrás en donde el turismo puede tomar muchas formas. Patético lo que hicieron y hasta el banco queda metido en esto ya que a pesar de no poder comprobarlo, rara vez un socio comercial fuerte como es un banco queda exento del conocimiento de semejante decisión.

Santander Río y AAdvantage

Nadie extrañará AAdvantage a través del Santander Río. Bueno, siempre hay individuos o empresas que sí, pero me animo a decir que una amplia mayoría no. El problema de AAdvantage en Argentina era claro y lo expliqué allá por 2018 y nuevamente en 2019.

Las tarjetas de American Airlines en Argentina no ofrecían nada especial. No había puntos adicionales, no tenían posibilidad de obtener categoría de élite, no hay EQM o EQD para calificar en alguna categoría y la realidad que un canje típico desde Argentina hacia Norte América o Europa tenía un costo mínimo de 60.000 millas en promedio.

El asunto radicaba en la necesidad de acumular esas millas sin bonos de bienvenida, sin acumulación acelerada por consumos y sobre todo, sin ningún tipo de socio comercial diario como sí lo tiene o tenía LATAM y Aerolíneas Argentinas. El caso más emblemático es el de Shell que se remonta al menos una década atrás.

¿Cómo hacía un individuo para acumular 60.000 millas para canjear por un premio? Tenía que indefectiblemente consumir USD 60.000, milla por milla. En un país en donde el promedio de salario ronda los USD 500 por mes, dólar más, dólar menos, era casi irrisorio pensar en un programa viable.

Esto se exacerbaba al ver la competencia: LATAM tenía vuelos en rutas ultra comunes por un promedio de 30.000 o 35.000 millas, Aerolíneas Plus no se quedaba atrás con valores similares y Smiles comenzaba a romper el mercado de millas. Es decir, tan solo con consumo de millas regulares 1 por 1, el cliente necesitaba la mitad del consumo. Si agregaría la contratación de algún seguro, bono de bienvenida, socios comerciales, alguna compra de millas pequeña, etc., llegar al monto mínimo era más terrenal.

Como cereza del postre, Santander Río nunca se esmeró por mejorar los servicios complementarios de sus tarjetas de crédito, al punto de dejar a sus ex clientes Citi sin el sentido de exclusividad que encontraban en su banco anterior.

¿Sorprende a alguien la partida de AAdvantage y Santander Río? No, y tampoco se lo extrañará.

Pero ambas noticias combinadas generan otro problema…

Aerolíneas Plus

Aerolíneas Argentinas parece ser la única aerolínea que sobrevivirá este hecatombe. En sí mismo no es ni malo ni bueno, pero Argentina sí pierde competencia en las rutas domésticas y eso nunca es bueno para el cliente. Pendiente de ver que sucederá con las low cost, el principal problema reside en la red que proporciona Ar Plus.

Aerolíneas no tiene la extensión o tamaño de LATAM, y se nota en la flota de aviones que pueden cubrir rutas internacionales de alto rango que llegan a 10 y quedan por debajo de los A350, B787 y B777 típicamente volados en rutas mayores a 6 horas.

Con esto dicho y teniendo en cuenta la crítica situación financiera de Aerolíneas Argentinas, no es descabellado pensar en que el famoso cuello de botella que comenté dos días atrás va a ser encontrado entre los poseedores de millas Aerolíneas Plus, y cuanto más compren y acumulen, mayor será la frustración.

No solo porque Aerolíneas Argentinas no tiene la flota de LATAM, o para el caso American, Delta o United que tienen la manera de absorber la capacidad de vuelos a cinco continentes de una u otra manera, sino que los socios comerciales de Aerolíneas también se están achicando en tamaño de manera acelerada, y ellos también poseen clientes propios.

Y entonces ¿Qué hago?

Mi posición, ya pública por PG pero también en Twitter es que si tienen MUCHAS millas, la prioridad de emisión debería ser LATAM, LifeMiles y Aerolíneas Plus en el orden que gusten, pero ir emitiendo a medida que van encontrando rutas, vuelos y fechas que se les presentan como potables.

No por desesperación, pero porque no solo creo que habrá una devaluación en algún momento de 2021, sino que considero que por la cantidad de dinero que necesitarán las aerolíneas, en algún momento o bien restringirán los asientos disponibles con millas, o bien tendrán que combinarlos con la devaluación. Recuerden, las aerolíneas van a necesitar dinero fresco de pasajes para sobrevivir una vez que pasen esto, y las millas ya pagadas no lo van a poder proveer.

Lo mencionado anteriormente, en mis ojos aplica a todas o casi todas las aerolíneas, no solo a las tres de Sudamérica. Sin embargo son estas tres las que continúan mostrando signos de crisis más agudos o bien un casi inevitable cuello de botella para asumir una repentina de manda de canjes de millas.

¿Qué más puedo hacer de ahora en mas?

Algo que podrán ir evaluando, no solo en Argentina, sino en el resto de los países es ir ajustando su acumulación a programas de tipo flexibles. Puntos que tengan un valor mucho más definido y canjeable por categorías amplias de turismo y en muchos casos por transferencias directas hacia millas de aerolíneas. Si incluyen cash back, mejor.

Es verdad que los puntos flexibles si no tienen la posibilidad de transferencia a aerolíneas pueden ofrecer menos valor… para algunos. Estos son, aquellos que viajan en cabinas premium. Si usted viaja en cabina económica y jamás se le ocurrió canjear sus millas por UN viaje hacia la China en business, sino que prefiere volar tres veces en cabina económica hacia tres países diferentes, puede que ni siquiera esté ahorrando con las millas.

Los precios han estado en niveles históricamente bajos para cabinas económicas y muchos programas, incluso en Argentina, estaban ofreciendo muchísimo más valor con puntos flexibles (Supervielle en 2019 por ejemplo).

No es algo para hacer mañana mismo, pero en medio de este tiempo de ocio y para pensar estrategias de ahorrar, pueden utilizar una pequeña porción de su tiempo para ir viendo qué programas les permite ahorrar con todas las compras y obtener un beneficio en forma de millas y/o puntos, aunque al día de hoy deberían todos llamarse puntos.

Conclusiones

Esto no es la vida o la muerte, los puntos o millas son solo un número virtual en una cuenta que nos permiten tener (recuerden que no nos pertenecen).

Como siempre digo, el problema no radica si los perdemos o devalúan cuando la acumulación es orgánica, sino cuando esto sucede y la adquisición fue a través de una compra. Es decir, el derecho a canjear por un viaje a futuro, pero con la incertidumbre sobre su valor o disponibilidad.

Se traduce en una posible pérdida de dinero respecto del valor de mercado del vuelo o casi total por la imposibilidad de utilizarlo como deseamos.

Si compra, emita rápido. Compro y emito en el super corto plazo. ¿Se entiende? Nada de ahorrar en millas, eso pertenece a otra época en donde un programa de recompensas podía darnos la certeza y tiempo de que acumularíamos por años y en algún momento valdría para un vuelo.

5 Responses

  1. Gabriel dice:

    Estimado Gaston, siguiendo con el tema porque me quede enganchado con los programas flexibles. Que opinion te merece si es que lo conoces el de Hsbc que creo se llama rewards? Porq me la estan ofreciendo. Es interesante? Porq creo podes cambiar x aereos pero ni idea la cantidad de puntos. Muchas gracias.

  2. Gabriel dice:

    Clarisimo Gastón, muy amable. De paso felicitarlos porque sus posteos son altamente profesionales y atrapantes. Gracias!!

  3. Gabriel dice:

    Excelente analisis como siempre. A que te referis con programas tipo flexibles? Tipo Quiero ponele? Y sabes si Advantage va a ir con otro Banco? Gracias

    • Gastón dice:

      Hola Gabriel, ¡muchas gracias por el elogio!

      Quiero! es justamente un tipo de programa flexible, estás en lo correcto. AmEx Membership Rewards, hasta cierto punto Comafi, Supervielle. Patagonia aunque con poco brillo es un tipo de programa flexible.

      En líneas generales tienen al menos dos o tres de esto: capacidad de usar directamente para emisión de viajes (hotel, avión,etc), posibilidad de transferir a millas de aerolíneas, cash back, gift cards, catálogo. La tendencia es en mi opinión irreversible, más y más bancos generan un robusto programa propio que rivaliza con las aerolíneas directamente y ofrecen más que solo una opción. En Chile y Colombia podés encontrar ejemplos claros de esto ya.

      Lo de AAdvantage aún no tengo data. Cuando sucedió lo de México (dejó al Citi) junto a uno de los colaboradores de PG (Luis) asumimos que Scotiabank lo iba a absorber y así fue. En Argentina es menos claro por todo lo que está sucediendo, en principio creo que si realmente alguien se queda con el programa, terminaría siendo el Macro o Patagonia. En algún momento habrá algún tipo de información para los accionistas y tendremos un poco más de claridad.

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